El bajo y la guitarra eléctrica

En cualquier grupo o grupito que toca música, la guitarra eléctrica es el instrumento que más destaca. Puede ser sexy, chillona, estridente, suave, ... pero siempre se nota.

Si te pregunto ¿qué melodía tocan las guitarras en Hotel California, de The Eagles? Seguro que me la sabes cantar. ¿Y la melodía del bajo? No sabes cómo es ¿verdad?

El bajo no se nota. Pero aunque no prestes atención, lo estás oyendo, porque es el que pone la base, el que da cuerpo a la música, el apoyo que hace que el guitarrista no se pierda.

Si el bajo deja de tocar, se nota. Y cómo. Haz la prueba: la próxima vez que veas a un grupito tocar en directo en un bar, pídeles que toquen algo sin bajo. Seguramente se negarán, porque saben que sin bajo cualquier canción suena simple, sin cuerpo, no te envuelve. Es parecido a escuchar a un violinista sólo en la calle. Puede que toque bien, pero suena a poca cosa.

En las organizaciones nos fijamos en los que destacan, en las estrellas, los extrovertidos que dan ánimo y alegría. Los que meten ruido y gracias a ello consiguen cosas. Los que dan dinamismo y alegran una reunión con un cliente, los que se tiran a la piscina y prometen lo que sea. Son los guitarristas, los más sexys.

Hay bajistas, pero no estamos acostumbrados a escucharlos. Y son los que crean la base sobre la que otros construyen su trabajo. Son los que proporcionan datos sólidos, los que dan confianza a un cliente, los que hablan poco porque sólo hablan cuando tienen todos los datos, son los que solucionan un problema que otro sólo sabe plantear.

Se necesitan bajistas y guitarristas. Se complementan. Y en una organización también, se necesitan bajistas y guitarristas.

Pon atención y escucharás el bajo en las canciones. Y en tu organización.

Postdata: Escucha el bajo de Hotel California. Es impresionante.