Robertemas

27.1.11

Lección de mi sensei: el proyecto internacional

Mi sensei me contaba que había trabajado en proyectos de cooperación europea. "Gran idea", le decía yo, "compartir trabajo entre diferentes países nos ayuda a entendernos mejor ¿verdad?"

"No" me decía mi sensei. "Los tópicos se siguen cumpliendo. Inexorablemente. Esto es lo que pasó:

  • los franceses tomaron el control de principio a fin y anunciaron que sólo trabajarían en equipo si ello resultaba beneficioso para los intereses de la República Francesa y aumentaba la grandeur de su patria. De otro modo renunciaban a compartir los resultados.
  • los finlandeses y suecos asistían hieráticos a las reuniones; a uno de ellos no se le oyó hablar nunca en las reuniones, pero sí tras una botella de vodka después de las cenas. Al llegar al fin del proyecto, entregaron un trabajo redactado en inglés perfecto, con desarrollo teórico, experimentos, referencias y líneas futuras de investigación.
  • los alemanes se quejaron porque en la documentación inicial no estaba perfectamente definido su trabajo. Se necesitaron muchas horas para definirlo y acordarlo con los demás miembros. Hicieron firmar a los demás las actas. Prometieron entregar su trabajo en cinco meses, cuatro días y tres horas, y se fueron a trabajar. Cumplieron exactamente su promesa.
  • los holandeses presumían de lo listos que eran como comerciantes desde los tiempos de las guerras con España, en los que pagaban a los españoles con la plata y oro que les robaban sus piratas. Subcontrataron parte del trabajo, para la otra parte presentaron un desarrollo teórico que nadie entendió, y del resto se escaquearon.
  • los españoles dijeron que sí a todo lo que se les encargó. Al volver a su patria, contrataron a una ETT que llevó a un consultor que organizaba a un becario que buscó varias tesis doctorales, las juntó y las presentó como original. Para el resto del trabajo pidieron una prórroga, porque estaban acabando urgentemente un proyecto anterior. Cuando llegó el fin de la prórroga, pidieron otra más. Las últimas 48 horas las pasaron sin dormir, pero lograron entregar el trabajo. Aunque estaban ya dentro del plazo de un nuevo proyecto, en el que a su vez tuvieron que pedir una prórroga...
  • los italianos pidieron un anticipo. No aparecieron en las reuniones. Tras meses de no saber nada de ellos, fueron requeridos por los demás miembros del equipo. El comercial apareció y, no se sabe cómo, convenció a todos de que su trabajo estaba ya realizado y debían dar gracias porque, a pesar de la gran calidad que habían conseguido, no les pedía más dinero. Le dieron las gracias, muy contentos todos, y no volvieron a saber de ellos hasta que enviaron la factura final."
A mí me parecía exagerado, pero a estas alturas no voy a poner en duda la experiencia de mi sensei.

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