Con los demás es más fácil
Cuando voy a casa de mi padre, veo un armario de la cocina que roza. "Siempre ha rozado" me dice, pero a mí no me importa. Cojo un destornillador Philips y diez minutos después la puerta está perfectamente ajustada.
Es más fácil ver los problemas de los demás.
Por la misma razón una buena consultoría funciona: uno se acostumbra a sus ineficiencias e imperfecciones, y no ve dónde tiene problemas que se pueden solucionar. Uno de fuera llega con la mente más fresca, sin condicionantes, y ve dónde tenemos rozamientos.
A todos nos hace falta una opinión de alguien externo. Si tiene buena vista, nos ayudará mucho.
Etiquetas: consultoría, eficiencia
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