Lleva el ritmo de tu jefe
Deberías llevar el mismo ritmo de tu jefe. Así te verá más. Creerá que estás siempre con él. Si él no se coge vacaciones, tú tampoco. Si aparece pronto, tú también. Si no toma café, tú tampoco. Si hace una pausa, hazla. Si no descansa, tú tampoco descanses.
Es duro ir contra tu costumbre. Pero viviendo con ritmos paralelos os llevaréis mejor. Aumentará la simpatía. Todo irá más fácil. Pruébalo.
(Todo esto significa que si tienes un hijo de pocos meses que no te deja dormir por la noche, y después a media mañana él se duerme, duérmete tú también. Es lo que he hecho hoy y me ha sentado de maravilla. O... ¿en qué jefe estabas pensando?)
Etiquetas: familia, niños, organización, trabajo
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