Ser superfluo
¿Y si aspirásemos a lo contrario? ¿Y si buscamos ser superfluos?
Imagina algo así: llegas a un puesto de trabajo, como responsable de un grupo, un área, un taller, lo que sea, y, en vez de tener el objetivo de controlar, te marcas el objetivo de ser superfluo. Claro, para ello tendrás que empezar controlando. Pero cada vez deberías conseguir que cada uno sea más independiente, que te necesite menos. Deberías conseguir eliminar burocracia, manías, indefiniciones, situaciones en las que la gente plantea "¿y qué tengo que hacer?", "¿esto quién lo hace?", "no llegamos a una solución y pedimos tu decisión", y que en vez de ello todo el mundo supiera en qué dirección ir y se sintiera apoyado en sus decisiones.
Se ahorraría tiempo y mala sangre en discusiones. Se usaría menos tiempo en acciones improductivas. Habrías convertido a tu organización en algo más eficiente. Habrías mejorado algo. Y quedarías libre para tareas más interesantes.
Es la única forma que se me ocurre de escapar al Principio de Peter.
Etiquetas: organización, políticamente incorrecto, provocación
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