Denegación de voto
- Hola, venía a enviar este sobre. Y también a pedir el voto por correo
Le enseño un formulario para correo certificado.
- ¿Tengo que rellenar este formulario?
- Si lo envía certificado sí.
- ¿El voto por correo o el libro?
- El libro
- No, el libro no
- Son uno con diez
- ¿El voto por correo?
- No, el sobre, que pesa mucho. Tome los papeles del voto por correo.
- Tome el uno diez
- Tome el ticket. Rellene los papeles mientras atiendo al siguiente
Le interrumpo mientras le atiende
- Perdone ¿aquí qué pongo? ¿Mi dirección o donde recibo el correo? ¿Y aquí?
He votado más veces por correo, pero ese día no estoy muy lúcido. Por fin acabo.
- Tome
- No está todo. Falta poner la fecha en el recuadro superior, el remite en el sobre, el esto, lo otro...
Me vuelve a dar los papeles.
- Tome, ahora sí.
- Sí, ahora sí
Clic, clac con el ratón. Pum, pone el sello.
- Tome. Ya está
- ¿Y no le tengo que enseñar el DNI?
- Es verdad, lo pido al principio de todo pero con todo este lío del sobre, el otro cliente y las idas y venidas, no lo he hecho. Enséñeme el DNI, por favor
Se lo enseñé sin ninguna preocupación, porque soy una persona honesta y había puesto mi nombre verdadero en los papeles.
Pero ¿qué pasaría si doy los datos de otro? Las instrucciones lo dice bien claro: "constará que usted vota por correo y el día de las elecciones no podrá votar en su mesa". Así que hubiera podido impedir a alguien votar.
En mi caso no fue a propósito. Pero si se quiere, con un poco de ingeniería social se puede repetir esta situación con el funcionario de correos y podríamos pedir el voto por correo de alguien. El equivalente de una "denegación de servicio" en informática. Y tal como están las cosas, no me extrañaría que alguien lo estuviese haciendo ya.
Etiquetas: elecciones, seguridad
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