¿Cuánto valen tus datos?

Google ha borrado por error los correos de 150.000 cuentas de gmail.

Si tienes tu correo sólo en gmail, recuerda que debes hacer backups. Con que configures un cliente POP en tu ordenador es suficiente. Y aún así, cuánta gente de esos 150.000 habrá que no tenían una copia de seguridad.

¿Has pensado alguna vez qué ocurre si pierdes tus datos? ¿Cuánto vale eso?

Para la información que puedes volver a obtener (algo que te has descargado de internet, un trabajo que sabrías repetir), el coste es las horas que tienes que gastar en buscarla o crearla otra vez.

Pero si es irrecuperable (no puedes volver al pasado y hacer de nuevo las fotos de tu luna de miel ¿verdad que no?) piensa en qué precio tiene para ti esa pérdida. Puede ser un precio muy alto.

Estas cosas pasan: A Francis Ford Coppola le robaron el portátil. Perdió el guión de una película en la que había estado trabajando durante años. A un compañero mío de piso le enviaron un virus a través del chat de msn. Le borró las fotos de su ordenador. Te puede pasar a ti o a mí ¿Estamos preparados?

Yo cuido de ti porque tú no puedes cuidarte

Como padre he aprendido que un niño pequeño es lo más dependiente de mí que puedo imaginar. Los primeros meses de su vida no manifiesta qué le gusta, no sabe si tiene calor o frío, no puede moverse por sí solo, no puede buscar la comida ... Todo lo tenemos que hacer por él sus padres.

Y aun cuando empieza a hablar y andar, yo decido cuándo tienen que comer, bañarse, ir a dormir, despertarse. Yo decido dónde vamos. Yo le protejo en la calle para que no salga corriendo al asfalto y tenga un accidente. Le sujeto para que no se caiga del tobogán o del columpio. Le digo qué puede tocar y qué no, porque está sucio.

Cuando sean mayores podrán decidir todo eso por su cuenta.

O quizá no. Porque al paso que vamos, el Gobierno de España va a decidir absolutamente todo en nuestras vidas.

Ayer fue qué podemos comer, cuándo podemos fumar, si podemos ver los toros o no, los símbolos religiosos...

Hoy nos obligan a conducir más despacio porque (supuestamente) así ahorraremos entre todos.

Mañana ¿qué prohibirá? ¿qué decidirá por nosotros? ¿quizá qué podemos leer? ¿decidirá qué podemos pensar?

23-F ¿qué recuerdas?

Preocupación. Es el recuerdo que todavía tengo de aquel día. La mirada preocupada de mis padres.

Yo tenía siete años. Solía ir por las tardes a casa de una vecina que me daba clases de inglés. Y lo que recuerdo es la tensión en la cara de mis padres, pegados al transistor que solía estar encima del frigorífico. (entonces los frigoríficos no eran tan altos como un jugador de baloncesto). Pregunté qué pasaba, pero sólo recuerdo que me dijeron que siguiera con lo mío, que fuera a clase de inglés.

No recuerdo más: ni las pocas noticias que daban, ni el mensaje del rey, ni la salida de Tejero al día siguiente... No recuerdo qué ocurrió en casa aquella tarde al volver de clase.

Pero tan fuerte debió de ser el sentimiento de preocupación por lo que podía pasar, por que el país volviera al pasado, por que se perdieran las libertades que empezaban a surgir, que se me quedó grabado y aún hoy, treinta años después, lo recuerdo. Mis padres tensos y pegados a aquel transistor de pilas con funda de cuero negro.

Y tú ¿qué recuerdas de ese día?

Nos invaden

Este señor que iba con prisa al trabajo no se dio cuenta de que nos invaden los extraterrestres. Un platillo volante estaba a punto de posarse sobre la ciudad de Tres Cantos el lunes 21 de febrero a las 8 de la mañana.

Dicen que eso es una nube lenticular, pero yo no me lo creo. Si os fijáis en el detalle del ovni, veréis los chorros de plasma que sirven para propulsarse. Eso indica que estaba descendiendo a toda velocidad para, seguramente, apropiarse de algún secreto militar de una base americana cercana o abducir a algún humano para hacerle estudios y cosas horrendas.

Ese círculo brillante que está en diagonal a su izquierda podría ser la luna, que comienza el cuarto menguante, pero yo creo que es su otro OVNI compañero. Los OVNIs siempre van en parejas, es parte de su táctica invasora.

O quizá es que están muy integrados en España y llevan al niño al colegio a esas horas :-)

Con los demás es más fácil

Cuando mi padre viene a mi casa me arregla una puerta que rechina. Lleva tiempo así. A mí no me molesta, pero él, en cuanto la ve, coge las herramientas y la deja como nueva.

Cuando voy a casa de mi padre, veo un armario de la cocina que roza. "Siempre ha rozado" me dice, pero a mí no me importa. Cojo un destornillador Philips y diez minutos después la puerta está perfectamente ajustada.

Es más fácil ver los problemas de los demás.

Por la misma razón una buena consultoría funciona: uno se acostumbra a sus ineficiencias e imperfecciones, y no ve dónde tiene problemas que se pueden solucionar. Uno de fuera llega con la mente más fresca, sin condicionantes, y ve dónde tenemos rozamientos.

A todos nos hace falta una opinión de alguien externo. Si tiene buena vista, nos ayudará mucho.

Alguien más listo que yo

D.A. Freccia: You're a pretty smart fella.
Joe Moore: Ah, not that smart.
D.A. Freccia: [If] you're not that smart, how'd you figure it out?
Joe Moore: I tried to imagine a fella smarter than myself. Then I tried to think, "what would he do?"

Es un diálogo de El último golpe. Joe Moore arregla la pieza de un barco de D.A. Freccia, y este, sorprendido porque era un arreglo difícil, le dice: caramba, es usted muy inteligente -- no crea, no lo soy -- ¿Ah no? Entonces ¿cómo lo ha arreglado? -- Imaginé alguien más listo que yo y me pregunté "¿cómo lo arreglaría él?".

Me divierte mucho preguntar a la gente por sus estrategias para ganar dinero en bolsa. Cada uno tiene una idea diferente (muchas veces irracional, pero la defienden con vehemencia). Y casi nunca esa estrategia resiste la prueba básica: "¿Cuánto has ganado con esa estrategia en los últimos cinco, diez, quince años?" Pero da igual. La sostienen con gran fe.

Mi referencia favorita durante mucho tiempo ha sido Five Minute Investing. Todo lo que cuenta tiene mucha lógica: limita tus pérdidas, no limites tus ganancias, no te preocupes por el corto plazo, sé frío y racional... Aunque confieso que he incumplido alguno de esos consejos y me ha costado caro.

Tras haber gastado tiempo y dinero me he dado cuenta de cuál es la mejor estrategia: la de los que de verdad saben. Ya no intepreto charts, no sigo las noticias al minuto, ni los análisis de cualquier periódico o web... Humildemente: la estrategia correcta es la que sigue alguien más listo que yo.

¿Quién sabe de verdad? No el empleado del banco o el asesor de inversiones. Ellos viven de venderte sus productos, no de beneficiarse con acciones. (Haz la prueba: pregúntales "Tú ¿dónde tienes tu dinero? ¿en qué lo has invertido?"). A veces el consejo adecuado es "véndelo todo y espera un par de años". Pero nadie se atreve a decirte eso porque no ganan dinero con ello.

El que sabe de verdad es el que ha ganado dinero y lo sigue ganando. El que tiene la suficiente seguridad para no meterse en las burbujas (Warren Buffett evitó la bubuja punto com, aunque todo el mundo se reía de él) y para hacer algo en contra de lo que la mayoría opina. El que se juega sus cuartos y es capaz de decir "no he comprado nada porque no es momento" (en su informe anual de 1998: Cash never makes us happy. But it's better to have the money burning a hole in Berkshire's pocket than resting comfortably in someone else's).

Los que son más listos que tú y que yo no nos van a contar lo que saben, claro. Pero hay algo que podemos hacer: imitarles. No es difícil, sale en los periódicos:

• Warren Buffett compra General Electric
• Botín vende las oficinas del Banco Santander y se pone de alquiler (el precio de los edificios ha llegado a un máximo)
• Botín cobra en dinero en vez de en acciones (será que prevé que van a seguir bajando) y después compra acciones
• Amancio Ortega invierte en edificios. Ojo, en edificios buenos. Será que la crisis inmobiliaria está pasando.
• Empiezan las Ofertas Públicas de Acciones (Hace un par de días un fondo ha anunciado que quiere comprar CEPSA)

Cuando parece que España se hunde, los bancos necesitan rescates, y la gente que sabe empieza a comprar en bolsa, es que es un buen momento para comprar.

Si no me crees, dentro de cinco años hablamos.

Postdata: No te pierdas los informes anuales de Warren Buffett. Son muy claros y con mucho contenido. Más no se puede pedir. Y su primera página es la comparativa entre el precio de su acción frente al S&P 500. Impresionante.

Una heridita

Sólo cuando te haces una pequeña herida en la yema del pulgar te das cuenta de lo mucho que usas ese dedo. Continuamente haces cientos de movimientos de los que ahora eres consciente porque te duele la herida que está ahí: escribir con un bolígrafo, coger un pañuelo, pelar una mandarina, girar la llave en la cerradura, coger una taza por el asa...

Cuando pasan unos cuantos días, te vas acostumbrando a hacer todo eso de una manera alternativa, sin usar el pulgar. Acabas sorprendiéndote a ti mismo por cómo eres capaz de escribir con un bolígrafo sin tocarlo con el pulgar.

Llega un momento que te acostumbras a esa heridita y todas esas acciones antes incómodas las haces con toda tranquilidad. Tus dedos se contorsionan, pero ya te parece natural.

En tu organización tienes un montón de heriditas que te obligan a trabajar de manera ineficiente, pero ya te has acostumbrado; a una persona le tienes que mandar veinte correos para que te haga caso; con otra, tienes que perder tiempo en recopilar toda la información (innecesaria) que sabes que te va a pedir; otro quiere papeles; otro convertirá tu propuesta en una homilía sobre cómo arreglar la dirección, la empresa y el país.

Te has acostumbrado a todas esas heriditas y no te das cuenta de la improductividad que generan. Llevan tanto tiempo que ya te parecen normales.

Conciso

Conciso es quien se expresa con brevedad y precisión.

Visión de futuro

Todo cambia. No podemos aferrarnos demasiado a nuestro entorno, porque cambia. Nosotros vamos cambiando con la edad; la tecnología avanza y aparecen nuevos tipos de negocio, y mueren otros.

Hay quien se da cuenta y crea riqueza donde antes no la había.

Hay quien no se da cuenta y quiere que por ley todo siga igual.

El discurso de ayer de Álex de la Iglesia en la entrega de los premios Goya del cine español me dice que aún queda gente inteligente que, aunque no sepa con seguridad hacia dónde nos dirigimos, tiene claro que los cambios llegan para quedarse.

Lleva el ritmo de tu jefe

Deberías llevar el mismo ritmo de tu jefe. Así te verá más. Creerá que estás siempre con él. Si él no se coge vacaciones, tú tampoco. Si aparece pronto, tú también. Si no toma café, tú tampoco. Si hace una pausa, hazla. Si no descansa, tú tampoco descanses.

Es duro ir contra tu costumbre. Pero viviendo con ritmos paralelos os llevaréis mejor. Aumentará la simpatía. Todo irá más fácil. Pruébalo.

(Todo esto significa que si tienes un hijo de pocos meses que no te deja dormir por la noche, y después a media mañana él se duerme, duérmete tú también. Es lo que he hecho hoy y me ha sentado de maravilla. O... ¿en qué jefe estabas pensando?)

Contrapesos

El ingeniero se queja de que el comercial ha vendido algo que no existe exactamente y no sabe seguro si se puede hacer.

El comercial se queja de que el precio al que debería vender según los costes calculados es superior al del mercado.

El de fabricación se queja de que lo que le dan para fabricar tiene mucha complejidad

El financiero se queja de que los costes están por encima de lo presupuestado

El de compras se queja de que plazo de entrega acordado con el cliente no encaja con los plazos de suministro de los materiales que él compra.

El de calidad se queja de que no se observan escrupulosamente todas las metodologías, recomendaciones y publicaciones para optimizar la calidad del producto.

Y debe ser así.

Cada parte tiene su papel, y contrapesa la de los demás.

Así, el ingeniero se esfuerza para innovar. El comercial se esfuerza para venderlo a un precio más alto. El de fabricación se esfuerza para mejorar sus métodos. El financiero se esfuerza para mejorar los costes. El de compras se esfuerza en buscar algo mejor. El de calidad se esfuerza en quitar complejidad al trabajo de los demás.

Sólo así se va mejorando en lo que se hace. Si fuera al contrario, nos quedaríamos en la "zona cómoda" y no evolucionaríamos. Y ahí fuera hay otros que sí se están esforzando en mejorar. Si nos quedamos quietos, nos adelantarán y perderemos nuestro negocio.

Siempre se ha hecho así (II)

Hay una parte buena del "siempre se ha hecho así": cuando es un compendio del saber obtenido de mucha experiencia y que se transforma en tradición. Se olvida el origen, pero el método permanece.

Vamos, lo que también llamamos know-how (parece más chulo escrito en inglés).

Cuando las moscas se ponían muy pesadas en verano en el pueblo, se colgaba una bolsa transparente con agua en el dintel. Las moscas ya no entraban en la casa. Si hubiera preguntado a mi abuelo por qué colgábamos la bolsa con agua, me habría dicho "siempre se ha hecho así". La razón ya estaba olvidada. Pero la tradición había durado (hace poco descubrí por qué funciona ese método).

Muchas veces ni nos damos cuenta de ese conocimiento acumulado que tenemos, porque nos ha llegado en forma de cuentos, parábolas, refranes. Pero la sabiduría está ahí: hace miles de años que se conocían los ciclos económicos, que se proponía aprovechar con eficiencia los recursos que uno tiene, que se sabe que el metabolismo humano funciona a diferente velocidad por la mañana que por la noche...

Por supuesto, el hombre virtuoso sabe quedarse con las tradiciones productivas y elimina las destructivas. Ahí está el quid de la cuestión.

Verificado y ¿seguro?

Me pusieron una pegatina de "verificado" en una garrafa de agua que compré en el híper.

–" ¿Por qué?" – pregunté.

La cajera me explicó que era para que el personal de seguridad que estaba a la salida supiera que esa garrafa estaba pagada y no la había sacado, por ejemplo, en los bajos del carro.

Ya. Este sistema antirrobo es seguro porque... no puedo coger esa etiqueta, despegarla con cuidado, y pegarla otra vez a una garrafa que saco sin pagar en los bajos del carro. No, todo eso puedo hacerlo. Quizá porque la etiqueta es tan complicada que no puedo falsificar unas docenas con una hoja de papel pegatina, imprimiendo en Arial Black "VERIFICADO". Mmm. No, esto también se puede hacer. Igual es que cuesta mucho hacer eso. No, son unos céntimos.

En todo caso funciona porque es una liturgia y alguien que no piense un poco se queda impresionado por la pegatina.

Lo que más me preocupa es que alguien pensará que con esto van a conseguir menos robos de garrafas de agua.

Siempre se ha hecho así

Es una frase que me da escalofríos. No reniego de la tradición -- muchas costumbres tienen un sentido. En la ingeniería y en las demás disciplinas, las cosas que vamos descubriendo y que mejoran lo anterior se incorporan como normas. Se convierten en tradición. Pero debemos ser siempre conscientes del sentido, del origen de esa norma tradicional, y no quedarnos con la mera costumbre.

Antes los documentos de mucho valor para la empresa se marcaban con cuños de color rojo; como la única manera de reproducirlos era una fotografía o una fotocopia, se sabía de dónde se producía la filtración.

Esto tenía sentido cuando la información se pasaba en papel, y unas fotocopias no se podían editar. Así, un cuño de "Copia Controlada número 3" en cada página era como marcado en piedra. Si alguien conseguía copiarlo, era fácil saber de dónde había salido.

Si nos guiamos por el principio de "siempre se ha hecho así", pondríamos un sello rojo en un disquete. ¿Impide eso que hagan copias? No, desde luego. Y cuando estén ya circulando, será difícil saber de dónde provienen.

Lo difícil es pensar cómo aplicar la norma con lógica: "¿cómo consigo que sólo la puedan leer las personas que yo quiero?" (cifrado con su clave pública, no le doy un soporte físico sino sólo le permito verlo en un entorno controlado por mí, aplicando técnicas de marca de agua digital, ...).

Lo fácil es seguir el procedimiento tradicional a ciegas sin pensar para qué sirve.

Unreasonable

Me he sentido tocado por Seth Godin, cuando propone que no seas razonable. Por eso le he mandado mi propuesta, resumen del artículo de hace un par de días:

it's unreasonable to land in a new job position and instead of creating more bureaucracy and looking for justifications for this position to exist forever, to teach the people working for you to be more independent and deciding by themselves; this could lead to making your position unnecessary in the future, but you could say that 1) you accomplished something by making the organization more efficient and 2) you would be free for superior tasks.

A ver si le gusta :-)

Que tengas un día fantibuloso

"Que tengas un día fantibuloso". Eso pone en un cartel colgado sobre la autovía por la que he pasado esta mañana.

Quizá es una declaración de amor para alguien concreto. Pero prefiero pensar que una persona generosa nos dedica un deseo positivo. Sea lo que sea, se agradece que cuando uno está de mal humor por el madrugón, las prisas de llevar a los niños a la guardería, los problemas que anticipo que tendré hoy... otro nos manda sus buenos deseos.

Yo también te deseo un día fantibuloso, quienquiera que seas.

Ser superfluo

En una organización grande, todo el mundo aspira a demostrar que su trabajo es imprescindible. "Si yo no estuviese aquí, esto no funcionaría". A veces se crean nuevos puestos, pero nunca se pueden eliminar: el que ha estado ahí un tiempo se ha dedicado a demostrar que no se podría vivir sin él. La desaparición de ese puesto conduciría al caos.

¿Y si aspirásemos a lo contrario? ¿Y si buscamos ser superfluos?

Imagina algo así: llegas a un puesto de trabajo, como responsable de un grupo, un área, un taller, lo que sea, y, en vez de tener el objetivo de controlar, te marcas el objetivo de ser superfluo. Claro, para ello tendrás que empezar controlando. Pero cada vez deberías conseguir que cada uno sea más independiente, que te necesite menos. Deberías conseguir eliminar burocracia, manías, indefiniciones, situaciones en las que la gente plantea "¿y qué tengo que hacer?", "¿esto quién lo hace?", "no llegamos a una solución y pedimos tu decisión", y que en vez de ello todo el mundo supiera en qué dirección ir y se sintiera apoyado en sus decisiones.

Se ahorraría tiempo y mala sangre en discusiones. Se usaría menos tiempo en acciones improductivas. Habrías convertido a tu organización en algo más eficiente. Habrías mejorado algo. Y quedarías libre para tareas más interesantes.

Es la única forma que se me ocurre de escapar al Principio de Peter.